¿Es real la realidad?
¿Es real la realidad? Esta es la pregunta que se hace Paul Watzlawick en el título de uno de sus mejores libros, que ustedes pueden descargar en el enlace. El libro es largo, pero de muy fácil lectura. Lo central es la introducción y las dos primeras partes... Pero de todos modos vamos a estar desagregando sus conceptos fundamentales en los prácticos y los teóricos.
De hecho los conceptos más importantes son los de comunicación, entendida como construcción imaginaria/discursiva de la realidad (no la realidad ontológica, sino la imaginaria y discursiva), y la confusión y la desinformación como dos dimensiones que vendrían a explicar la raíz de los malos funcionamientos en el orden comunicativo.
Otros dos textos complementarios, incluidos en el libro La realidad inventada (los títulos, como ven, son elocuentes), son los de Ernst von Glasersfeld y Heinz von Foerster, que incorporan los conceptos de encaje y autopoiesis, que podríamos vincular a su vez con el concepto -seguramente más familiar para todos nosotros- de sesgo de confirmación (o cuando solamente tomo como real aquello que ya estaba dispuesto desde antes a dar por cierto). Este último concepto está muy vinculado a la idea de identidad. Porque así como soy aquello que me gusta, aquello que puedo, aquello que poseo, también soy aquello que creo. Y es por esta razón que no me resulta sencillo ni agradable descartar ideas arraigadas en mí, porque eso sería como tener que deconstruir mi propia identidad.
De todas estas cosas vamos a estar hablando en nuestros próximos encuentros.
Y como un ejercicio para ir pensando un poco... Vos... ¿en qué cosas sentís que necesitás deconstruirte?
Post Scriptum: Me quedó resonando una palabra del teórico de recién: puntuación. También las puntuaciones determinan la realidad. Y no sé si estará conectado o no a esto, pero me dieron ganas de dejarles este video. Que tiene el mérito de los chistes rápidos.
Buenas!
ResponderEliminarMe pareció interesante la idea que plantea Watzlawick en el Prólogo sobre la realidad como resultado de la comunicación, y que de hecho existen múltiples versiones de la misma que pueden o no oponerse entre sí. Tal vez el autor no lo planteo es este sentido, pero se me viene a la cabeza situaciones que se nos escapan o que no sabemos que ocurrieron, y a partir de eso, nuestra visión de esa realidad o hecho es una muy distinta a aquella persona que si tiene la información completa.
Si dentro de la comunicación se dan malentendidos y malos funcionamientos, producto de la confusión y la desinformación, dando como resultado una visión distorsionada de la realidad o de los hechos ¿Cuál sería esa realidad "objetiva" o "real" que nos permite decir que tal o cual versión es errónea? El autor plantea que la realidad es "lo que la cosa es realmente", pero que ocurre cuando hablamos de un hecho o suceso concreto que es visto o relatado desde dos enfoques opuestos, ¿la realidad sería el hecho en sí, y el resto son versiones distorsionadas de esa realidad? ¿Ninguna de esas dos versiones seria verdaderamente real?
Y respecto a la pregunta de "¿en qué cosas sentís que necesitás deconstruirte?", creo que lo principal sería la concepción de fracaso, felicidad y vínculo/relaciones (amor, amistad). Difícil tarea, porque nunca terminas de consagrar como "total desconstruidx", siempre tenemos que hacer el ejercicio de cuestionar, analizar y romper esos viejos modelos.
Buenas tardes!
ResponderEliminarMe pareció muy interesante la parte del libro de Paul Watzlawick que habla sobre la confusión. Inevitablemente me llevó a pensar en los cambios que se dieron en contexto de pandemia. Cuando se habla de la diferencia de distancia que se guarda frente a un extraño entre Europa o Estados Unidos y América Latina, pensé en como eso cambió actualmente, como se pasó a mantener cierta distancia con el otro que antes uno no mantenía. Y pienso también en las nuevas situaciones comunicativas que implican confusión, como por ejemplo la forma de saludo con un otro ¿Te doy el puño, el codo, saludo de lejos? Cuando me cruzo con una persona de la que desconozco su modalidad de saludo "pandémico" suelo aclarar que no se como saludarlo y todo se vuelve aún mas incomodo y poco fluido.
En cuanto a la pregunta, siento que necesito deconstruirme en mis concepciones para conmigo, es decir, lo dura que soy con mi propia vida en diversos sentidos. Sobre todo en comparación a como soy con el resto. Por ejemplo, genuinamente considero que alguna amiga se está exigiendo demasiado con la facultad y necesita dejar alguna materia y eso no significa nada malo, sino respetar los tiempos, ganas y permitirse tiempo para el disfrute. Pero todo eso me cuesta mucho al pensarlo para mi.
Nos vemos en clase, saludos!
Malena Rodriguez Segal.
Buenas tardes!
ResponderEliminarDel libro de Watzlawick lo que me pareció muy interesante fue la parte en donde explica y da ejemplos de las paradojas de la lógica formal en el ámbito de comunicación. Me quedó resonando en la cabeza porque lo vinculé con otros temas que venimos viendo clase a clase, como por ejemplo la importancia del otro para la construcción de un "yo" y por ende de nuestros sentimientos o de como deberíamos actuar o reaccionar. Como a veces uno se frustra por no cumplir ciertas expectativas que son impuestas por el otro, por no cumplir esa "realidad" que el otro proyecta en mi y que a veces en ese afán de satisfacerla uno la adquiere como propia. En base a esto me surgió la pregunta acerca de si es posible que choquen 2 tipos de realidades. Por un lado "la aspiracional" y por el otro "la verdadera", la que nos atraviesa todos los días, con lo que sentimos, con lo que nos pasa y con lo que hacemos. La que nos invita a reflexionar si esa "realidad" que es impuesta es a la que verdaderamente nos gustaría llegar o si buscamos crear una realidad diferente.
En cuanto a la pregunta, mi respuesta se acerca a lo que planteó Malena. Siento que necesito deconstruir la exigencia que me impongo a mi misma, entender que es importante disfrutar el proceso (de cualquier actividad que emprenda o realice) y no solamente el resultado final. Deconstruir esa idea de que hay que ser productivo todo el tiempo para sentirse bien o que estar ocupado es sinónimo de productividad.
Saludos!
Rocío Lazarte Otano